Poemas de amor, de soledad, de esperanza de
Francisco Álvarez Hidalgo
Ciudad

Índice

Sonetos:
Te arrebozas Dime cuál es Ventanas en la noche Huecos de la mente En las calles del alma Ciudad Ciudad bajo la lluvia (I) Ciudad bajo la lluvia (II)
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Breverías

2736
Tanto más pretendemos que logramos, captando a veces más que merecemos; y no obstante, patéticos, creemos que por méritos propios lo ganamos.

2737
Me seduces, dominas y secuestras, quedando sin opción de emanciparme; y a la vez me convences y demuestras que no tengo elección, sino quedarme. Qué esclavitud me impones, mi voluntad anémica o dormida, creyendo que mis propios eslabones no son réquiem, mas cántico a la vida. Si esto es amor, ¿cómo lo habré elegido? Y ¿cómo entonaré el himno al olvido?

2738
Rostro o, tal vez, careta de optimista luce quien se enamora, descubriendo su temple masoquista poco después de la primera hora. Tal vez sin intención o planteamiento lo ejercerá, o se dejará arrollar. Y es quizás el mejor acoplamiento para quien desespera por amar.

2739
Tantos ángeles veo desalados. Ya no espíritus puros, ni tampoco caídos, sino en cierto intermedio, desterrados de un paraíso de oro, cuyos muros guardan sólo otra raza de elegidos. Supieron del amor, sin resistencia, mas les pasó de largo. Y cumplen hoy injusta penitencia, y hay en sus labios un sabor amargo.

2740
Amar de igual a igual, sin jerarquía, sin desnivel, y en desmantelamiento de aras y pedestales. Con mente, voluntad y anatomía fluyendo paralelas, como el viento curvando suavemente los trigales. Eso es amor. Quien juzgue merecerlo, dé un paso al frente, acepte sus rituales, y empecemos a hacerlo.

Sonetos

3026 - Te arrebozas
Te arrebozas en ráfagas de viento, sin otra vestimenta que te abrace, y avanzas hacia mí como quien nace de la espuma del mar. Tu movimiento va al compás de la fronda, en soñoliento vaivén, que lentamente se deshace, y cuya nueva oscilación renace en progresión de ruego a atrevimiento. En informal revoloteo vienes, sin que evites, censures o refrenes el galope que en mí se va gestando. Y no podría ser de otra manera; tú desnuda y yo hambriento, vocifera bajo la piel la sangre, jadeando.
Los Angeles, 19 de junio de 2012
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3027 - Dime cuál es
Dime cuál es el mecanismo, el arte, de quebrar los cerrojos del olvido, para reconquistar lo ya perdido, o salvar, como mínimo, una parte. No conozco distancia, ni baluarte, ya dilatada, ya tan defendido, que no pueda cruzarse, o ser vencido, arriándose orgullo y estandarte. Vengo hacia ti a banderas desplegadas, pero no en son de guerra, y en pisadas, más que a ritmo marcial, de convergencia. El plan requiere que uno y otro bando firmen la paz y se unifique el mando; para eso vengo en brasa y transparencia.
Los Angeles, 20 de junio de 2012
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3028 - Ventanas en la noche
Abiertas y encendidas, las ventanas me gritan en la noche sus historias de odio y amor, miserias y victorias, en alucinaciones de campanas. Hay lánguidos tañidos, de sultanas cautivas del serrallo; transitorias campanadas efímeras; euforias de toques a rebato, y filigranas como de plata, o de cristal, pulidas. Hablan de muertes, júbilos y vidas que en simultaneidad van ocurriendo. Voy por la calle, en medio de un gentío tan sordo que sólo oye su vacío. Mas yo a todas escucho, y las entiendo.
Los Angeles, 20 de junio de 2012
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3029 - Huecos de la mente
Quiero habitar los huecos que aún no he visto, ni tal vez presentido, en tu cabeza; los que nunca traspasan la corteza al borde de la cual pienso y existo. Y aun teniendo inquilinos, no desisto de ocupar algún día cada pieza. ¿No es en total apropiación que empieza el misterio de amor en que persisto? Quien detenta las fuerzas de la mente se apodera del alma en contundente confiscación, mientras que si hay regiones que no nos pertenecen, u oquedades, ¿qué intimidad, qué tipo de verdades sostendrán nuestra fe, nuestras visiones?
Los Angeles, 20 de junio de 2012
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3030 - En las calles del alma
En las calles del alma, atlas urbano, cruz de semáforos en cada esquina; congestionado el tráfico se hacina frente a tanta luz roja. Está en mi mano controlar la ocasión, pero me afano en abrir la luz verde, repentina, sólo a tu propio coche, que se obstina en tan premioso avance provinciano. Y apenas cruzas, y de nuevo roja, la turba bloqueada se despoja de su último barniz de dignidad. Y ¿qué me importa? Esta ciudad es mía. Váyase a otra ciudad quien desafía esta ley de gentil desigualdad.
Los Angeles, 20 de junio de 2012
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3031 - Ciudad
No sé si la ciudad de mis amores me ha dado el alma con que admiro y quiero, o soy yo, que a ella vine forastero, quien le entregó mis ansias y fervores. Endeudados los dos, y acreedores el uno con el otro; caballero que dona su montura, y pordiosero cuya alforja rebosa de favores. Ambos en amplia, mutua dependencia, dos en uno, uno en dos, equivalencia que, aun siendo diferentes, nos vincula. Ciudad, mujer, cuyas templadas zonas me invitas a explorar; me conmocionas, y toda mi estructura capitula.
Los Angeles, 20 de junio de 2012
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3032 - Ciudad bajo la lluvia (I)
La ciudad se desnuda en la tormenta. Adversa a látigos de lluvia y trueno, se recoge en sí misma, en el terreno de hormigón y cristal en que se asienta. Desiertas ya las calles, se acrecienta el hormigueo en los cafés, en pleno borboteo de gentes. Qué veneno para matar mi tarde soñolienta. Salgo a la lluvia y, con el rostro alzado, camino en soledad, mas impregnado del abrazo gentil del aguacero. El bullicio a mi espalda se diluye. La calle es mía. Nada prostituye mi aislamiento de un mundo forastero.
Los Angeles, 21 de junio de 2012
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3033 - Ciudad bajo la lluvia (II)
Aparece en la lluvia tu silueta, bajo el paraguas verde, saltarina sobre los charcos. Llegas a la esquina donde me he detenido, tan discreta. Vas a pasar de largo. Una maceta te impide el paso. Tiembla en tu retina una media sonrisa, que ilumina todo tu rostro. El aguacero aprieta. Noto un leve temblor, casi de amigo. Me ofreces guarecerme en el abrigo de tu pequeña cúpula de tela. Y acepto, mas con un requerimiento. Cerrarás el paraguas. Y agua y viento nos llevaron del brazo en la plazuela.
Los Angeles, 21 de junio de 2012
Diseño: Carmen Álvarez
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