Poemas de amor, de soledad, de esperanza
de
Francisco Álvarez Hidalgo

Antología de Sonetos

353 - Duda
Te imaginé primero, llegó luego, sobrenadando el campo, gentil brisa con el campanilleo de tu risa; después tu voz, mezcla de miel y ruego. Y se fue evaporando mi sosiego… Tan grácil te acercabas, tan de prisa, que perdí claridad, te vi imprecisa, y pensé con tu luz volverme ciego. Y hoy no te veo, sin estar seguro si es el mundo o soy yo quien está oscuro, o si nunca en verdad viniste a mí. Ni percibo tu piel, ni oigo tu acento, ni advierto la caricia de tu aliento, y no sé si te tuve o te perdí.
Los Angeles, 12 de mayo de 2000
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