Poemas de amor, de soledad, de esperanza
de
Francisco Álvarez Hidalgo

Antología de Sonetos

1120 - Bodegón (Zurbarán)
Un puñado de arcilla entre las manos de Dios, y un soplo, y le nació la vida. Y dijo Dios: “Es bueno”, y encendida quedó el alma en el hombre sin hermanos. Somos casi inmortales, tan humanos, tan divinos también, que revestida de arcilla nuestra mente, nunca olvida inicios tan remotos, tan cercanos. La criatura a creador progresa, del barro a la cerámica, y se expresa como su propio Creador: “Es bueno”. Confiere formas, luces y colores, y lágrimas en gotas de sudores..., pero carece del temblor del trueno.
Los Angeles, 28 de julio de 2004
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