Poemas de amor, de soledad, de esperanza de
Francisco Álvarez Hidalgo
Estatuas

Índice

Sonetos:
El ángel caído (El Retiro) Estatua ecuestre de Felipe IV La Cibeles Velázquez (El Prado) Alfonso XII (El Retiro) Cervantes (Plaza de España) Neptuno (Plaza de Cánovas) Colón (Plaza de Colón)
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Breverías

2511
Hemos dejado huellas. Y ¿qué importa? ¿Alguien vuelve, tal vez, sobre sus pasos, para ver en el barro la moldura? Cada huella, al morir, ¿qué nos aporta? Sean marcas de triunfos o fracasos, ¿podrán alzarnos de la sepultura?

2512
Sobreviví al naufragio. Sacudido por olas insistentes, sin la tabla proverbial a que el náufrago se aferra. Mas el barco ha quedado sumergido dentro de mí, como una voz que me habla del viejo amor que no venció en su guerra.

2513
Tienes alta la espera, casi en la verde copa de los pinos, difícil de guardar, de conseguir. Necesitas un sueño de madera, apto para rodar por los caminos, y que tú mismo puedas dirigir.

2514
Vas a venir. El aire de mi calle ya es parte aroma y parte melodía. Vas a venir, y pese a este detalle, el día no es hermoso todavía.

2515
Suena un grito lejano, como de catarata. Se me antoja mi nombre. ¿Quién me llama a estas horas? Apareces desnuda, gentil bajo la bata. Yo, frente a la ventana, distraído. Me exploras. Al fondo de tus ojos hay un temblor distinto. Tus labios, media luna de lúbrica sonrisa. Mi nombre no era grito distante, era tu instinto llamándome en silencio, pero con cierta prisa.

Sonetos

2680 - El ángel caído (El Retiro)
No hay orgullo, ni queda rebeldía. Más que actitud hostil, gesto vencido. Sueño de gloria el suyo, interrumpido por cósmico clamor, antes del día, de la luz, del Edén, en la anarquía del caos, de que el orden fue nacido. No había vida aún, cuando el rugido del príncipe insurrecto se encendía. Región de espíritus, y un Ser Supremo contra quien se alza el cántico blasfemo de tan desafiante usurpador. El arcángel Miguel libra batalla. ‘¿Quién como Dios?’, sobre el empíreo estalla. Victoria de ángel exterminador.
Los Angeles, 12 de julio de 2011
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2681 - Estatua ecuestre de Felipe IV
Vale más el caballo que el jinete, en su arranque de salto hacia una altura que no alcanzó el monarca. Se apresura a periplo estelar, sin que lo inquiete carencia de alas, súbito cohete bajo la propulsión de audaz locura. El rey es el poder que se fractura, su gobierno crepúsculo y templete. El alazán es puro dinamismo, con sueños de aventura, de heroísmo, a los que a punto está de despegar. Merece un paladín sobre la silla, capitán de Aragón o de Castilla, no un príncipe incapaz de gobernar.
Los Angeles, 14 de julio de 2011
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2682 - La Cibeles
Como la luz o el hontanar, serena. A pesar de sus ciclos, vida, muerte, resurrección; la Madre Tierra vierte su abundancia de bienes en cadena. Cada león agita la melena, altivo y satisfecho de su suerte, uncido al carro de la diosa. El fuerte no se abate si es noble quien le ordena. Imperturbable bajo los arpones de estragos, guerras, y revoluciones, es símbolo inmortal: Se sobrevive. Ajena a confusión, su carro avanza, sembradora de sueños y esperanza, para que cada cual se lo cultive.
Los Angeles, 15 de julio de 2011
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2683 - Velázquez (El Prado)
Detrás de ti, tu residencia, Diego. El palacio lo fue; reyes y enanos brotando en torbellino entre tus manos. Qué pena andar entre tus cuadros ciego. He seguido tus pasos, andariego de salones y ambientes cortesanos, y de tus horizontes castellanos, con Guadarrama al fondo. Me doblego a tu retina de fotografía. No abriste puertas a la fantasía, sólo cuanto se ve, cuanto se toca, sin embellecimiento adulador. Príncipe de la línea, del color, de la luz que en El Prado desemboca.
Los Angeles, 15 de julio de 2011
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2684 - Alfonso XII (El Retiro)
Entre el agua y el cielo. Qué arrogante para tan poco rey, tal monumento. Pero ahí está, gallardo, corpulento, columnatas de abrazo a tanto amante que viene, y rema, bajo el sol radiante, en su barquilla de alquiler, o en lento, sentimental vagar, sorbe otro aliento al pie de una escultura irrelevante. Estuve allí, bogando, tantas veces, intentando vencer las timideces que engrillan lengua y manos juveniles, descubriendo al crepúsculo algún beso. Alfonso, indiferente a tal proceso, y yo en las nubes, a mis quince abriles.
Los Angeles, 17 de julio de 2011
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2685 - Cervantes (Plaza de España)
Desde su trono de escritor, la mano sobre su propia biblia quijotesca, ve avanzar sobre el campo la grotesca pareja que el talló, manco artesano. Cruzado universal, y castellano, Don Quijote es la fe caballeresca sin freno, y Sancho es sorbo de agua fresca que entibia su desastre cotidiano. Padre de ambos, Cervantes, satisfecho, contempla su progreso en cada trecho de la ruta que él mismo les trazara. Mas no puedo decir si ríe o llora ante cada revés. Cada uno explora los riesgos que el destino le depara.
Los Angeles, 18 de julio de 2011
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2686 - Neptuno (Plaza de Cánovas)
Tan lejano está el mar que hasta enmudece la caracola su rumor distante. Sin embargo Neptuno, vigilante, sobre las aguas, súbito, aparece. Enarbolando su tridente, mece la carroza de concha, navegante sobre tan breve océano, triunfante de no sé qué batallas. Oscurece. La fuente, ante la noche, se ilumina, con el Palace al fondo, y coordina cada hipocampo espeso chapoteo. El dios contempla el tráfico rodando, míticos monstruos que lo van cercando, en turbio, persistente serpenteo.
Los Angeles, 18 de julio de 2011
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2687 - Colón (Plaza de Colón)
Más que el hombre, celébrase la idea. Colón no fue sino útil circunstancia para unir en perfecta concordancia mentes dispares a crucial tarea. Su proyecto primero se plantea al rey de Portugal, al rey de Francia, y al de Inglaterra. Abulia o ignorancia sobre una Europa con perfil de aldea. Isabel, y Mendoza, y la palanca del clima intelectual de Salamanca hallan punto de apoyo para un mundo que busca ser movido, en su carrera, desde el plano yacente hacia la esfera. Nunca se vio reajuste tan profundo.
Los Angeles, 19 de julio de 2011
Diseño: Carmen Álvarez
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