Poemas de amor, de soledad, de esperanza de
Francisco Álvarez Hidalgo
Se hizo la luz

Índice

Sonetos:
Levántate Quedóse un tiempo Mi mejor deseo Camino irreversible Liberaré al amor Temor No me ves, yo te veo Solo y sin ti
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Breverías

2471
Te amo tanto, quizá, por no tenerte; no te amara, tal vez, si fueras mía. Qué triste, en realidad, es nuestra suerte, oscilando entre fuga y agonía.

2472
No conocí el amor hasta muy tarde, cuando apenas hay luz en el ocaso. Ah, pero vino al fin, y brilla, y arde, y no me quejo ya de su retraso.

2473
Ni sabía de ti, ni tú quién soy, fue la casualidad que a ti me trajo, mas por mi voluntad contigo voy. Yo escogí, no el azar, con quién encajo.

2474
Me canso a veces de pensar; me canso de caminos, de ríos, de ciudades; de tanto realizar, de no hacer nada. Pero sé refugiarme en el remanso donde reposan mis intimidades, en vida de fervor, mas retirada.

2475
Tengo el tacto, si tímido, ligero, y lento, y torrencial, y cauteloso, como quien tiene tanto y nada tiene. Sentado en mi rincón, espero, espero un perfil ágil, mágico, bulboso, que caiga sobre mí y me desalmene.

Sonetos

2628 - Levántate
Levántate, y sal ya de tu guarida, que la sombra es fatídica asesora; toquen la luz tus ojos, y desflora cada jardín primaveral. Dormida en lecho de solaz yace la vida, y estática su fuerza creadora; tú eres el atabal, y ésta es la hora de activar su potencia contenida. Quien duerme, sueña, pero no consigue. Sólo cuando a sí mismo se fustigue impulsará la ciega maquinaria que ejecuta el prodigio de los sueños. Si no, será carpeta de diseños, paisaje gris, estela funeraria.
Castilla, 24 de abril de 2011
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2629 - Quedóse un tiempo
Llegó y se hizo la luz con su presencia, poblándoseme el mundo de rumores, mansa explosión de estrellas y de flores bajo el velo gentil de mi inocencia. Quedóse un tiempo, fe y efervescencia, de violín a redoble de tambores. Silenciados al fin sus ruiseñores, me dio el súbito obsequio de la ausencia. Mi brújula de pronto triturada, me vi sin norte, el alma confinada a las lúgubres zonas del olvido. No extraño a quien robó mi primavera, extraño a quien imaginé, y no era, sino perfil de sueño adormecido.
Burgos, 25 de abril de 2011
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2630 - Mi mejor deseo
No te deseo un sueño placentero de cielo azul, lejanas tonadillas, y rumor cristalino en las orillas del errático arroyo viajero. Te deseo el sombrío vertedero de malaventuradas pesadillas, en que la flojedad de tus rodillas sea, más que atracción, despeñadero. Y es que te quiero bien; pues despertando de tu sueño en azul, vibrante o blando, lamentarás su pérdida emotiva. Mas despertar de lúgubre quimera sería liberar la primavera al fondo de tu espíritu cautiva.
Burgos, 27 de abril de 2011
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2631 - Camino irreversible
De nuevo la encontré, y hablé con ella, renaciendo sonrisa y confianza; viejos recuerdos en vibrante danza repitieron sus pies en cada huella. No era instante de sombra o de querella, arrinconadas ya broquel y lanza, mas tampoco de utópica alianza, muerta la original, remota estrella. Oh, enredados paisajes de la mente: Zona adversa, región ambivalente, o al punto adepta a repetir el sueño. Mas son irreversibles los caminos. Continúen sus giros los molinos, mi universo requiere otro diseño.
Burgos, 28 de abril de 2011
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2632 - Liberaré al amor
He descendido al solitario foso donde yace el amor encadenado; y me he visto a mí mismo, alborozado y abatido a la vez, manso y furioso. Anhelante de tacto, minucioso explorador del atlas encrespado de la femineidad, soy el arado pretendiendo labrar campo arcilloso. Mi cosecha es de viento y polvareda. ¿En qué derrota mi ansiedad se enreda, que mi arrojo no alcanza su corona? Liberaré al amor de sus prisiones; tal vez se restablezcan mis opciones de amante que de nuevo se ilusiona.
Cantabria, 1 de mayo de 2011
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2633 - Temor
Mi instinto habrá de amarte, o mi cabeza, o este núcleo que gira en torbellino, saltando de lo humano a lo divino, de lo frenético a la gentileza. Dramática inquietud, mas no certeza, será mi galardón, que tal camino no siempre aboca a lago cristalino, sino que en roca súbita tropieza. Este amor, como tantos, inseguro, podrá abrir puertas, levantar un muro, forzar el puño o extender la mano. No sé qué alcanzaré, cuándo ni cómo. Temo que si a tu espíritu me asomo más que galán me besarás hermano.
Cantabria, 2 de mayo de 2011
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2634 - No me ves, yo te veo
Por ti hay amanecer, por ti despierto en sonrisas de espuma cada día; por ti escucho serena melodía de violines en mágico concierto. Dejo mi desnudez al descubierto de tu mirada, ciega compañía; no me ves, yo te veo, qué baldía presencia ambigua que yo solo advierto. Pero estás. Casi me unzo a tu figura, yugo común y lúbrica atadura, rodando el carro de apremiante amor. Ah, vigor de la mente enamorada, creadora de mundos en que nada se realiza, y es todo arrollador.
Cantabria, 3 de mayo de 2011
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2635 - Solo y sin ti
Solo y sin ti; desalentado espero: Pierdan fuerza los pies de cada hora. Inicias el camino; se incorpora mi fe a la acción, su ritmo es más ligero. Te aproximas; percibo tu velero sobre la azul sonrisa de la aurora. Llegas, al fin, y el tiempo se evapora; ya no hay reloj, y se borró el sendero. Tu forma, elaborada por la mente, cobra autenticidad, ya no es ausente sombra o perfil, mas realidad tajante. Es cuerpo y alma en cópula y abrazo, exaltación del tacto, ramalazo sobre cada sentido del amante.
Cantabria, 4 de mayo de 2011
Diseño: Carmen Álvarez
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