Poemas de amor, de soledad, de esperanza de
Francisco Álvarez Hidalgo
Erótica
Brevería 1969
En soledad, mujer enamorada, perdido el brazo en torno a tu cintura, a ti misma abrazada, en noche tan desierta, tan oscura. Hay canciones de amor en cada calle, se encienden las farolas, se pueblan de calor montaña y valle, y el temblor de tu sexo… tan a solas.
¿En qué piensas, en quién?
Cuando el despertador te abre los ojos cada mañana fría en tu aposento, y aún no llega la luz, y te hallas sola en la amplitud oscura de tu lecho, ¿en qué piensas, en quién? ¿Lloras acaso al quebrarse las puertas de tu sueño? Cuando al pie de la ducha te desprendes del albornoz y, a solas, el espejo te describe los íntimos detalles que anoche no tocó nadie en tu cuerpo, ¿en qué piensas, en quién? ¿Lloras acaso tanta carencia en tanto ofrecimiento? Cuando las suaves lenguas diminutas del agua tibia lamen los misterios de tu sensualidad tan malograda, y acompañan su tránsito tus dedos, ¿en qué piensas, en quién? ¿Lloras acaso la ausencia de otras manos en descenso? Cuando en el coche a tu oficina sales, y escuchas en la radio los boleros que quisieras bailar en la penumbra de los salones, en estrecho cerco, ¿en qué piensas, en quién? ¿Lloras acaso la servidumbre que te impide hacerlo? Cuando el deber de la familia exige las tareas diarias, brega y tedio, de limpieza, cocina, adquisiciones, que absorben el residuo de tu tiempo, ¿en qué piensas, en quién? ¿Lloras acaso tu energía muriéndose en silencio? Y cuando, derrotada, consumida, no es tu alcoba raudal para el sediento, y procuras dormir, pero no puedes, huérfana de susurros y de besos, ¿en qué piensas, en quién? ¿Lloras acaso de amarga soledad, de desaliento? Y al fin, entre las sábanas exploras una vez más la flor de tu deseo; no son tus manos, pero son tus manos, las que arrullan las curvas de tus senos; y aunque se abren tus muslos temblorosos, brindándose la oferta de tu sexo, no asciende por el ángulo convulso la determinación del miembro erecto; mas se descuelga sobre vientre y pubis tenso equipo de tactos, hervidero de recursos y modos y fricciones que ignorara el amante más experto. Flota en círculos, roza, se sumerge, ojos cerrados, labios entreabiertos… ¿En qué piensas, en quién, cuando el orgasmo es sólo una mitad, aun siendo entero?
Los Angeles, 12 de enero de 2009
Diseño: Carmen Álvarez
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