Poemas de amor, de soledad, de esperanza de
Francisco Álvarez Hidalgo
Diccionetos (XXXVII)

Índice

Sonetos:
Laberinto Laguna Lámpara Lanza Lascivia Lazarillo Labranza Latidos
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Breverías

3006
Escribir es abrir cada ventana del alma, ventilando su recinto del aire agobiador, rarificado. Al respirar la exhalación que emana del azahar, la rosa y el jacinto, lo impuro quedará desarraigado.

3007
La aptitud del artista no se mide por la reproducción del medio ambiente, de aquello que le atañe o lo rodea. El arte sólo toca a quien reside en su propio interior, y es lo que siente, sueña, o ansía, lo que su alma crea.

3008
Me pierdo en ti, pero a la vez me encuentro, me absorbes, sin perder mi propio estilo, me diluyo, a la vez que me concentro, y como tú y yo mismo, me perfilo.

3009
Llevo dentro de mí denso murmullo de voces que reclaman ser oídas; las escucho, las mimo, las arrullo, y las dejo aflorar. Hablan de heridas, caricias y placeres en barullo de vuelos o traspiés, pero encendidas. Me abrasan, me devoran sus mensajes; hora es ya de emprender otros viajes.

3010
Vivo en la poesía, país de ilusos, más que de ilusiones, paisaje de armonía que esquiva los arpones de vida y muerte, sórdidas opciones.

Sonetos

3346 - Laberinto
A quien la soledad le ha sido impuesta la libertad también se le arrebata, aunque de esto tal vez no se percata, mas su limitación es manifiesta. En su invisible laberinto gesta proyectos de evasión, que no remata, aunque nadie lo engrilla o maniata, por no hallar la salida, o la respuesta. Tantas veces su mente se interroga por qué, por dónde, y el silencio ahoga su aptitud de entender, de solventar. No se huye un laberinto a ras del suelo; se requiere otro plan, alzarse en vuelo hacia una nueva tierra; y olvidar.
Los Angeles, 1 de agosto de 2013
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3347 - Laguna
Río y mar son monólogos, y juego, rondando a veces furia o arrebato. La laguna es silencio, y es retrato de cuanto duerme alrededor. Sosiego. Eludo el alboroto veraniego, corruptor de su paz y su recato, prefiriendo su afable anonimato cuando a su manso litoral me llego. La laguna tiene alma, y el paisaje yace invertido en ella, en maridaje por el que se renuevan mutuamente. Qué profundo está el cielo en su cimiento de nubes subacuáticas, que un viento imperceptible impulsa lentamente…
Los Angeles, 1 de agosto de 2013
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3348 - Lámpara
Superflua casi, eléctrica, elegante, mas ya no imprescindible requisito de trabajo de monje o erudito, sobre rústica mesa, titilante. Tu antepasada, trémula, humeante, agobiada de sombras, gestó el grito de la sabiduría, y quedó escrito cuanto nos ha impelido hacia delante. Más que en luz, en penumbra, nos legaron, sabios y estetas la obra que engendraron sus mentes a temblores de su llama. Mas tú, que hoy a mi lado, vanguardista, serás mañana arcaica, ¿qué conquista, qué logro llevará tu monograma?
Los Angeles, 1 de agosto de 2013
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3349 - Lanza
Símbolo del valor, en el guerrero que no sabe escudarse en la distancia, y percibe el hedor, o la fragancia, de su propio enemigo en el acero. Anterior a la pólvora, el lancero fue arquetipo del héroe, en ignorancia de temor o abandono, en la constancia de cumplir su deber de caballero. La pólvora fue el arma del medroso, oculto en lejanía, y desdeñoso del héroe derribado y su bravura; de aquél que combatía cara a cara, mientras el pusilánime dispara desde remota posición segura.
Los Angeles, 1 de agosto de 2013
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3350 - Lascivia
A través de mis ojos te desnudo, en lenta, clandestina travesura, que imperceptiblemente se apresura hasta que a tu perímetro me anudo. Al pasar, percibiste mi saludo, en el tono sutil de quien madura más abierta intención, y en tu figura siguió elocuente balanceo mudo. Te llamé. Tras el rápido revuelo sobre tus hombros del sedoso pelo, se abrió tu rostro en singular sonrisa. Percibí en tu mirada la apetencia que desnuda también, y en tal secuencia más clarificación no fue precisa.
Los Angeles, 3 de agosto de 2013
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3351 - Lazarillo
Mucho en mi vida gris he caminado, por extraños paisajes, por senderos más a menudo abyectos vertederos de humanidad que ruta de expatriado. Siempre bajo mi impulso, desgajado por propia voluntad de pregoneros promulgando destinos, derroteros, o medios de llegar más apropiados. Mas hoy, en tu confín, me desconcierto; son tantos los caminos que no acierto a decidir la ruta más precisa. ¿Serás en tal opción mi lazarillo? Que no indago el trayecto más sencillo, sino el que al fin alumbre tu sonrisa.
Los Angeles, 3 de agosto de 2013
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3352 - Labranza
Ábreme las entrañas con tu arado, y entre en ellas la mágica semilla que me ha de fecundar. Del sol que hoy brilla, y de la lluvia en gris habré engendrado. El tallo ha de emerger, aunque arraigado, con sed de altura y grácil cinturilla, siguiendo vocación verdiamarilla, que en la espiga madura habrá logrado. Mesnada de soldados elegantes, cuyos penachos de oro, cimbreantes, ejecutan mareas bajo el viento. Y al fin, en la batalla de la siega, sabrán morir, y su residuo llega al comedor del individuo hambriento.
Los Angeles, 4 de agosto de 2013
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3353 - Latidos
En las plácidas horas, mis latidos rondan rítmicamente los sesenta. Leo, escribo, converso, y no se aumenta su tictac habitual, semidormidos. Mas llamas a la puerta, y son ladridos, redoble de tambores, turbulentas olas contra la escarpa, y mis hambrientas fieras me convulsionan a rugidos. ¿Qué vapores maléficos emanas que alborotas mis fibras más humanas, y en torno a mí se gesta un cataclismo? ¿O es tal vez que tu voz, o cercanía, altera mi razón y anatomía dislocando mi propio mecanismo?
Los Angeles, 4 de agosto de 2013
Diseño: Carmen Álvarez
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