Poemas de amor, de soledad, de esperanza de
Francisco Álvarez Hidalgo
Diccionetos (XXXI)

Índice

Sonetos:
Oscuridad Osadía Orgullo Orgía Oquedad Opción Ofrecimiento Obstinación
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Breverías

2976
La belleza, la gracia, nos rodean, mas si no nos impregnan, no las vemos. Hay que agrietar los muros de la mente, que por nuestra apatía las bloquean. Sensibles a los otros, hallaremos cuanta luz y color tiene el ambiente.

2977
Eres mi catedral, y tus vidrieras brillan al sol en múltiples colores, hasta que el barco de la noche arriba. Y en toda tu belleza reverberas a la luz interior, que en sus fulgores toda tu auténtica belleza estriba.

2978
La multitud me agobia, me limita, me roba la quietud del pensamiento que sólo en el silencio se ejercita; batahola rodando en el cemento, que con prisa y simpleza se da cita para apresar la pompa del momento. Prefiero mi silencio. Me libera de la perenne confusión de fuera.

2979
Soy de mi propia soledad amigo, porque yo la elegí, y en ella creo. Nunca será adversaria ni castigo, sino hospitalidad y galanteo. ¿Qué mejor compañía que conmigo? ¿Qué roce más gentil que su aleteo? Es la otra soledad, la que es impuesta, que nos deja la vida descompuesta.

2980
Amor de juventud, tímida llama de elegancia sensual, parpadeante. y en el fondo ligera. Vamos envejeciendo, y nos reclama víctimas de su fuego desbordante, y de ambos, cuerpo y alma, se apodera. ¿Se invertirán tal vez las estaciones, tornándose el invierno en primavera como ésta fue perdiendo sus arpones?

Sonetos

3298 - Oscuridad
Barcos somos, cruzándose en la oscura superficie del mar, y es el saludo de nuestra íntima luz lo que a menudo nos vincula en tan ciega singladura. La voz es ruido, y quien hablar procura no imparte sus conceptos al desnudo, mas protegidos por el gris escudo del lenguaje, espectral caricatura. El ascua tórrida que llevo dentro ha de tocar la tuya en un encuentro por ambas claridades enlazado. La noche del sentido, opaca y densa, seguirá en torno nuestro, mas la intensa luz de uno al otro nos habrá irradiado.
Los Angeles, 2 de julio de 2013
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3299 - Osadía
Irás por el camino, y tendrás miedo de la sombra siniestra en la ladera, del personaje que agresivo espera, del rumor inquietante en el robledo. El temor es humano, es un enredo que cada cual deshace a su manera; el cobarde se oculta, y hacia fuera vuelca el bravo su fuerza, su denuedo. La fuga es en sí misma cobardía; y hacer frente al temor con osadía es más de la mitad de la victoria. No retrocederemos, avanzamos si en claridad y fortaleza vamos, que acometiendo al miedo se hace historia.
Los Angeles, 2 de julio de 2013
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3300 - Orgullo
¿De qué te enorgulleces? Tu arrogancia descubre cada error, cada laguna de cuanto haces llamar buena fortuna, que ni es buena ni tiene relevancia. Al izar banderín de petulancia pierdes categoría, si es que alguna se te había asignado. Si la luna presumiera de luz fuera ignorancia. Más el débil que el fuerte cacarea su presunto valor, y agujerea la propia base a puntapiés de orgullo. Canta su propia imaginada gloria del fuego que no fue, que es sólo escoria, siendo su trova afónico barullo.
Los Angeles, 2 de julio de 2013
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3301 - Orgía
Eres tres, cuatro, cinco, ser humano de múltiples tendencias, amasijo de sueños y deseos en prolijo boceto, ya de artista o de artesano. Multiplicas tus labios; cada mano se reproduce en diez, y hayas cobijo entre otros tantos muslos, revoltijo de tacto y humedad en que me afano. Eres casi legión, que me camina entre conquista y paz, y arremolina con técnicas de avance y de repliegue. Ven sobre mí en arrojo y mansedumbre; que tu orgiástica fiesta me deslumbre cada vez que a tus múltiplos me entregue.
Los Angeles, 3 de julio de 2013
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3302 - Oquedad
Parte de mí resbala, posesiva, sobre tus entrañables humedades, abriéndose las blandas cavidades de tu hospitalidad copulativa. Tienen labios de miel, y me cautiva su callado monólogo. Te evades, y regresas, y en éxtasis me invades, y me llevas, te llevo, a la deriva. Danza de dionisíacas bacantes y sátiros lascivos, practicantes de exóticas, profundas conexiones. Eres ellas, soy ellos, cuando exploro tus vivas oquedades, cuando el coro de tus jadeos se une a mis fricciones.
Los Angeles, 3 de julio de 2013
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3303 - Opción
Remo hacia ti por aguas turbulentas, sorbiendo la corriente mi energía. En esta, casi absurda, travesía no sé si me confortas o atormentas. Mis ideas de ti, no sé si atentas a tu verdad o a mi ágil fantasía, me mantienen a flote. Si no mía, ¿cómo recomponer lo que aparentas? ¿Cuál es mi opción? ¿Permanecer remando bajo un sueño de luz que estoy dudando, a una meta que juzgo inasequible? ¿O abandonarme al curso del torrente, abdicando los remos, y en la frente la señal del vencido, irreversible?
Los Angeles, 3 de julio de 2013
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3304 - Ofrecimiento
Tienes ya cuantos bloques necesitas para erigir la vida que ambicionas; aunque tal vez aspiras a coronas de renombre, o victorias favoritas. Ni fui, ni voy, por sendas que transitas, yo pienso y siento y sueño, tú ambicionas; si alguien te alza un altar, lo desmoronas, tal vez si te susurra, tú le gritas. A quien nada le falta en su aislamiento, ¿qué dádiva le haré, qué ofrecimiento, que no me lo desprecie por banal? Si me entregara a ti, ¿me aceptarías? ¿Se encenderían de color tus días a la escucha de afable madrigal?
Los Angeles, 4 de julio de 2013
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3305 - Obstinación
No en la verdad, en tu verdad te obstinas; la verdad vive fuera, y la certeza, residente en ti mismo, es la pereza de razonar; no piensas, vaticinas. Ni sabes dialogar, predeterminas inamovible tu opinión, firmeza que te impide aprender. ¿Por dónde empieza a filtrarse la luz si no hay retinas? El sabio, piensa, escucha, reflexiona, contrasta sus ideas, y abandona la que juzgó, sin serlo ya, verdad. Y el necio, como tú, sólo transmite su propia tozudez, y se repite desde el rincón de su trivialidad.
Los Angeles, 4 de julio de 2013
Diseño: Carmen Álvarez
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