Poemas de amor, de soledad, de esperanza de
Francisco Álvarez Hidalgo
Trayectos

Índice

Sonetos:
Noches y días Mis versos Sueños Amalgama A la luz Muerte Súplica y espera Boina y cachava
seperador

Breverías

2681
Fui loco en juventud, aunque no tanto como lo hubiera mi intención querido. Supe de risas, de ansiedad, de llanto, a veces vencedor, otras vencido. Malgasté muchos días, y ocasiones que hoy quisiera tener, y que no tengo. Mas en los mismos sueños e ilusiones que entonces tuve, intacto me mantengo.

2682
Tenemos fe, creemos, mas no basta. La fe es inmóvil, torre en la llanura desde la que observamos el paisaje. La voluntad es ágil, entusiasta, alazán al galope, la aventura. No es la huella en el barro, es el viaje.

2683
Si has de matar una ilusión, avanza de frente a tu objetivo, brazo en alto, enarbolando el fuste de la lanza; nunca la daga oculta, en sobresalto.

2684
Dormir es el ensayo de la muerte a que nos entrenamos cada día. Mas no aprendemos nada. Y morir es el sueño que convierte nuestro ensayo en función, sala vacía, cada línea olvidada.

2685
Mantén siempre los pies sobre la tierra, y ni aceptes ni adoptes pedestales. Quien hoy te alza, mañana te destierra, y quien su podio escoge, y a él se aferra, ha de hallar carcajadas o puñales.

Sonetos

2938 - Noches y días
Noches hay que trascienden la derrota, y el sueño lleva el sello del vencido, tránsfuga entre las sombras, malherido, mas su captura, si vital, remota. Días de cegadora luz que explota sobre nuestras miserias, estallido que, aunque nos ponga en pie, no habrá infundido en dosis de entusiasmo, ni una gota. Noches y días resbalando oscuros sobre el alma, encerrada entre los muros de la abyecta prisión que ella se ha alzado. No tenemos excusas, desistiendo de nuestras aptitudes, y evadiendo cada opción que la vida nos ha dado.
Los Angeles, 20 de marzo de 2012
seperador
2939 - Mis versos
Ven a mí. Cada inédita escritura de mi ayer, quiere ver la luz del día. Hablan de mi ansiedad, de tu apatía, de una belleza y una desventura. Para reconstruir la arquitectura del pasado decrépito, debía consignar al papel cuanta energía desarrollé en delirio y amargura. Mis versos, de Tabor o de Calvario, fluyeron como el íntimo diario en que el adolescente se derrama. Vertí en ellos el alma y el sentido, y en tal espejo me verás teñido de llanto y sangre, en soledosa cama.
Los Angeles, 21 de marzo de 2012
seperador
2940 - Sueños
Voy perdiendo los sueños de futuro, por tanto tiempo en infecunda espera. Ahora sueño hacia atrás, a mi manera, sobre un ayer vital que recapturo. Lo reencarno, y gentil lo configuro de acuerdo a mi visión, dejando fuera sombras de hierro, formas de madera, y laminando el núcleo en oro puro. En su autenticidad y centelleo irreprimiblemente me recreo, renaciendo mi espíritu de antaño. No más vueltas en órbitas inciertas; tantas ventanas y tan pocas puertas sirven, más que al amor, al desengaño.
Los Angeles, 22 de marzo de 2012
seperador
2941 - Amalgama
Para mezclarme a ti, ¿qué necesito sino un lecho de sábanas confusas en que se desvanezcan las excusas, y afrontemos el hambre de infinito? Incorporado a ti, dejando escrito sobre tu piel poema que las musas nunca soñaron en las más profusas, pletóricas andanzas de su mito. Mutua penetración de almas atentas a las serenidades, o tormentas, por el contacto físico engendradas. O unión corpórea de ambos organismos que se revitalizan a sí mismos a través de intangibles algaradas.
Los Angeles, 22 de marzo de 2012
seperador
2942 - A la luz
Ya no es la oscuridad, como en los años juveniles, por calles y plazuelas, sorteando las luces, centinelas de la modestia, adustos ermitaños. Hoy la luz no acobarda. Tú y yo, extraños al gentío, que en rutas paralelas nos envuelve al pasar, o a las abuelas comadreando entre sus burdos paños, besamos, y reímos, y absorbemos nuestros jugos bucales, sin que optemos por las zonas oscuras, apartadas. Si carismática la luz nos besa, ¿por qué evadirla? Nuestro amor se expresa igual junto al farol que en las almohadas.
Los Angeles, 22 de marzo de 2012
seperador
2943 - Muerte
La muerte no es cruel, ni hostil, ni es puerta a lo desconocido, a lo espantoso; ni el típico esqueleto cuyo acoso, guadaña en mano, apenas nos deserta. ¿Cómo decir que es su llegada incierta, si con nosotros nace, en misterioso vínculo, sin disfraz, y su azaroso cortejo a cada paso nos despierta? Morimos poco a poco cada día; no es sorpresa ni enigma, es profecía dictada sobre el borde de la cuna. El fin no es más que el éxodo al descanso, el río que se duerme en el remanso, la apacibilidad de la laguna.
Los Angeles, 23 de marzo de 2012
seperador
2944 - Súplica y espera
Irremediable súplica y espera danzando en torno suyo, despoblado de cada ajena voz, y relegado a contemplar la vida desde fuera. Ni la más bella fue, ni la primera que mi ámbito rozó, mas abismado quedé en yo no sé qué, como apresado de alto poder, no ya de compañera. Etapa de sutil melancolía, la piel en fuego, la distancia fría, parte en avance, parte en retirada. La razón auguraba el hundimiento de tan endeble, absurdo monumento, y el corazón no comprendía nada.
Los Angeles, 25 de marzo de 2012
seperador
2945 - Boina y cachava
Al aire, al sol rendido del ocaso, en el silencio de la tarde incierta, sobre el banco en la plaza ya desierta, boina y cachava, espejo del fracaso. O tal vez no. Quien da el último paso y se adentra en la sombra, se reinserta en su mundo anterior, por cuya puerta vino al nacer. Retorna con retraso. Morir en las alturas de la vida es demora en volver, no despedida, y es bendición si inesperadamente. Se nos fue este viejito en un suspiro, con la paz de los justos; y a eso aspiro, a dejar una huella intrascendente.
Los Angeles, 26 de marzo de 2012
Diseño: Carmen Álvarez
Poemas © Francisco Álvarez Hidalgo, Familia Álvarez, 1997-2014. Todos derechos reservados.