Poemas de amor, de soledad, de esperanza de
Francisco Álvarez Hidalgo
Vaivenes

Índice

Sonetos:
Quisiera, quiero Mirando atrás Fue Al fin te vas Nunca supe Las diez Contigo Disparidad
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Breverías

2281
La visión de tu amor me da energía, la percepción del mío, intrepidez. Esta corriente entre ambos polos guía la fe a un nivel más alto, y a la vez, nos clava en ansiedad, y nos alía en fervor, inocencia y desnudez. No hay ya sobre la piel ni bien ni mal, tú y yo en el paraíso terrenal.

2282
No me describas tu pasión, tu afecto, que la palabra es deficiente, y mata. Que me hablen por sí mismos, sin hablar. Desbórdate hacia mí, que así conecto la voluptuosidad que me arrebata a lo que no has sabido articular.

2283
Redescubrí mi hogar, abrí la puerta, y eras tú, y me quedé: Fin de camino. Tanto vagar en búsqueda de oferta que siempre mía fue; qué desatino. Se indaga, se codicia, se rastrea, en desesperación o en optimismo lo que el alma, o el cuerpo, fantasea, y vive al lado, o en cada uno mismo.

2284
Te enamoraste un día de tu amante, pero llegó a su fin. Desde ese instante del amor solamente te enamoras. ¿Y dónde quedo yo? ¿Qué es nuestro pacto? Mi amor es muy concreto, el tuyo abstracto; mientras yo te amo a ti, ¿tú rememoras?

2285
No existe amor eterno, sólo intenso; ama como si un día terminase; quien ama para siempre se suicida. Sube el amor como espiral de incienso, milagro en cada aliento, en cada frase, diluyéndose al fin en despedida.

Sonetos

2365 - Quisiera, quiero
Quisiera, quiero, compartir contigo no ya mi regocijo y mi ventura, sino cada ansiedad, cada amargura, que en mi rastrojo, a mi pesar, espigo; cuanto me agrieta el alma y no prodigo sobre tu placidez o tu locura, por temor a turbar la arquitectura de este amor que construyo, a que me obligo. Pero no hacerlo es denegarte el fuero de hacer tuyo mi auténtico sendero, adentrándose en mí sin restricciones. Hazte dueña de mi íntima congoja, que quien al fondo de mi afán se aloja subyugará mis propias emociones.
Cantabria, 11 de mayo de 2010
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2366 - Mirando atrás
Hombre soy que se enfrenta a la dolencia del amor poseído y fracasado, con la satisfacción de haber amado, no con la pesadumbre de la ausencia. En armonía amé, y en turbulencia, gané y perdí, galante y agraviado, llegué a mi fin; la herida en mi costado da, más que ofuscación, clarividencia. Si resalta una cruz sobre mi vida, no me extingue la llama que encendida mantuve un día, ni me enturbia el juicio. Más que mirar atrás envuelto en ira, mi alma percibe, y a la vez suspira, por cada intimidad…, y la acaricio.
Asturias, 12 de mayo de 2010
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2367 - Fue
Casi me amó en la hondura y la manera que mis sueños hubieran requerido; y el gozo me otorgó de haber vivido al tornarse la vida forastera. Fue mensaje, más bien que mensajera, infiltrado en la mente y el sentido; era mi propio nombre y apellido, y las antorchas de mis noches era. Punto de referencia en los momentos en que, al fallar la rosa de los vientos, queda nuestro bajel desorientado. Fue la resurrección que no se advierte hasta que el beso helado de la muerte nos deja el corazón crucificado.
Oviedo, 14 de mayo de 2010
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2368 - Al fin te vas
Con tantas he intentado reemplazarte, irme de ti, borrar tu calendario, que para conseguirlo es necesario sepultarme, más bien que sepultarte. Tu muerte no resuelve cada parte de la ecuación, pues queda mi calvario; la mía en cambio afronta un escenario sin dolor que consiga ensangrentarte. Yo soy tu nada, y eres tú mi todo, tú en alto vuelo mientras yo en el lodo, si yo hacia ti, tú cada vez más lejos. Al fin te vas, en realidad te has ido, y aunque ya no me ves, entras sin ruido por la puerta de todos mis espejos.
Oviedo, 16 de mayo de 2010
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2369 - Nunca supe
Nunca supe de amor; en esa trama se conspira, se juzga, se imagina, tal vez se desconecta o se combina sentido y sentimiento, y se derrama descaro o candidez sobre la cama, donde en acción, ya abierta o clandestina, la piel o se somete o se amotina, desfallecida brisa o viva llama. Nunca supe de amor. Lo que sabía era pura lección de anatomía, simple frivolidad artificial; mitad, si en plenitud, rudimentaria, carente de esa ráfaga incendiaria que me infundiera tu alma de cristal.
Cantabria, 18 de mayo de 2010
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2370 - Las diez
Eran las diez en punto. La campana del convento mezclaba su tañido al vuelo del zorzal, que estremecido, cruzaba errático ante mi ventana. Eran las diez; tus diez de la mañana, hora en que el sexo yace adormecido y, ausente en el trabajo, tu marido hojas de cálculo tedioso hilvana. Y en estas diez, plenarias, luminosas, vestíbulo sensual de las esposas que en estériles noches languidecen, el pulso de tus venas se encabrita, y en tu cuerpo vibrante de Afrodita las más íntimas grietas se humedecen.
Cantabria, 20 de mayo de 2010
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2371 - Contigo
Contigo canto, me acongojo, río, y ninguna experiencia me es ajena; el mundo es año nuevo y nochebuena, la vida, confianza y desafío. Mi canción se deshace del gentío que pudiera escucharme, y en la escena sólo te mueves tú, grácil, serena, complicidad ligera de atavío. He abdicado de sábanas extrañas, y me absorbes, caldeas y enmarañas entre las tuyas propias, luz y miel. Voy por el tiempo sin contar los días en esta unión de dos anatomías, en esta conjunción bajo la piel.
Cantabria, 21 de mayo de 2010
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2372 - Disparidad
Tanta disparidad, tantos errores, tanto infortunio colma mi equipaje, que se me tambalea el andamiaje sostenedor de ideas y labores. Surgen de mí gemidos y clamores por el amor frustrado. Qué montaje de sombras y barrotes, qué engranaje de abrojos, acrimonias y dolores. Pierde color el día, y oscurece; cada triunfo de ayer se empequeñece, cada derrota de hoy se regenera. Aspiré a ser su caballero andante, mas descubrí en el núcleo de mi amante un alma fabricada de madera.
Cantabria, 22 de mayo de 2010
Diseño: Carmen Álvarez
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