Poemas de amor, de soledad, de esperanza de
Francisco Álvarez Hidalgo
Una, dos…

Índice

Sonetos:
Una Dejadme Móvil Soterrado manantial Vieja estación Los días se nos van Toda una vida Dualidad
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Breverías

1486
Una mujer galvanizada, hambrienta, en renuncia a los ávidos abrazos de sus extremidades, me presenta muñecas y tobillos a los lazos. La inmovilizo y al vendar sus ojos percepción y temblores se acentúan; sobre su piel, cien diablillos rojos innumerables danzas efectúan.

1487
Atrincherado en el recuerdo vivo de tiempos que soñé, que tú me diste, mi alborada vital, causa y motivo de cuanto en mí creaste, y aún persiste.

1488
Las brigadas de ayer, las que avanzaban por sendas que empedrara la memoria, hoy arrastran sus pies, y se les traban en la maraña oscura de la historia. No así los batallones del recuerdo que hacia mis muros tú capitaneas; me envuelven, me avasallan, y me pierdo dentro de ti, ciudad de mis ideas.

1489
Las viejas cicatrices se han borrado como líneas trazadas en la playa; tu oleaje subió, mar aliado, y a cubrirme una y otra vez ensaya.

1490
Se estremecen las letras que me escribes (temblor de llamas, hojas en la brisa) cuando te leo. Tú, ¿cómo recibes las que mi alma en mis dedos improvisa?

Sonetos

1466 - Una
Una baranda al mar, una mirada alargándose mansa, indefinida, una lágrima apenas contenida, una sensualidad crucificada, una mente afligida, una bandada de alondras, una piel estremecida, una brisa en los álamos dormida, una suave palabra amordazada, una mano frenando los temblores, una tarde desnuda de colores, una sed entre tanta sequedad, una canción lejana, dulce y triste, una melancolía que persiste, una mujer en tanta soledad.
Cantabria, 10 de mayo de 2006
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1467 - Dejadme
Dejadme solo, que se rompa el día, cierre la noche su oquedad oscura, desate su opresión cada atadura, organice su caos la anarquía. Dejadme en paz, sin tanta compañía que agobia, condiciona y apresura, eternicen las cosas su estructura, o resquebrájese su alfarería. Libre de talismanes y amuletos he de vivir, que efímeros objetos no cesan de imponer su esclavitud. Despegado de afán, de acción desnudo, ajeno a despedidas y saludo, dejadme en mi recóndita quietud.
Cantabria, 14 de mayo de 2006
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1468 - Móvil
Arqueta diminuta en que atesoro melódicas palabras sin sonido, cautivo ruiseñor adormecido, senda hacia ti que sin cesar exploro. Archivo tus crepúsculos de oro, tus frías noches del amor vencido, la bravía explosión de tu libido, la rosa que me ofreces y desfloro. Ramillete de eufóricos mensajes arrebatados, íntimos, salvajes, festival de trazados objetivos en la trémula palma de la mano. Uno a uno los leo, los desgrano, febril collar de pensamientos vivos.
Cantabria, 14 de mayo de 2006
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1469 - Soterrado manantial
Cabeza entre ambos muslos, convergencia de dos ríos en una sola fuente; sedienta está la boca, y en la mente los conceptos olvidan su elocuencia. Quien ha llegado aquí sin resistencia por sendero de acción irreverente, ni se rinde al pudor, ni se arrepiente, desplazando el ardor a la inocencia. Siempre en voracidad, y con la audacia de quien invita, acepta y no se sacia con cada nuevo ruego, nueva oferta. Manantial soterrado, reventando espumoso en los labios, conjurando dormida rosa que febril despierta.
Cantabria, 16 de mayo de 2006
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1470 - Vieja estación
Los trenes llegan y se van; apenas otorgan un minuto a la parada; la estación de ladrillo, desdentada, viejo castillo huérfano de almenas, no sabe o puede revivir escenas de su mejor etapa, hoy marginada; el bullicio de ayer, la encrucijada de multitudes, súbitas colmenas, ya no viven siquiera en la memoria; se han dormido el estrépito y la euforia, y el silencio pasea en los andenes. Nadie viene ni va, sólo yo espero tu llegada, perdido pasajero, pero con la certeza de que vienes.
Cantabria, 17 de mayo de 2006
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1471 - Los días se nos van
Los días se nos van, precipitados, indiferentes a deseo y queja; si el tiempo es arco que nos empareja, ¿qué le compele a vernos separados? Hoy no te he visto; desasosegados andan mis pies, que ven cada calleja como senda hacia ti; se desmadeja mi mente en arabescos fracasados. Condensando los meses en momentos, la vida nos devuelve unos fragmentos del cuadro que pintamos día a día. El colorido mágico, el diseño, que a pinceladas traza nuestro ensueño, queda en visión de fantasmagoría.
Cantabria, 18 de mayo de 2006
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1472 - Toda una vida
Tan cerca ayer, cuando tan lejos antes, tan lejos hoy, cuando tan cerca ayer; aún no he partido y ya quiero volver, tal es la insensatez de los amantes. Ay, que las horas lúbricas, galantes, precipitan sus ansias de nacer, y apenas se nos dan a conocer, devienen microscópicos instantes. La espera es una línea prolongada, interrumpida al pie de la llegada, siendo ésta nuevo punto de partida. Cuánto tiempo en el ansia de lograrte, y un momento después, debo esperarte lo que parece ser toda una vida.
Cantabria, 18 de mayo de 2006
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1473 - Dualidad
Tu soledad, mi soledad, dos ramas en diferentes árboles nacidas, dos islas despobladas y perdidas a ambos lados del mar, dos pentagramas desprovistos de notas, dos programas que no han de ejecutarse en nuestras vidas, dos trepidantes almas consumidas, dos eufóricos cuerpos en dos camas. Siempre esta dualidad hostil y extrema, esta distancia absurda que nos quema en apartadas, simultáneas piras. Bases debieran ser de arco de fuego vinculándonos lúbricos, y luego a tu lado yacer, mientras suspiras.
Cantabria, 20 de mayo de 2006
Diseño: Carmen Álvarez
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